Tipos de casa

La construcción en madera es rápida y económica: cuando se compara con el ladrillo, piedra u hormigón, las construcciones de madera ahorran tiempo (algunos fabricantes pueden construir una casa de madera de 100 m² en 7 días), lo que supone también ahorro en mano de obra.

«Gracias al sistema constructivo y su configuración en diferentes capas o pieles, se utiliza el espacio tradicionalmente ocupado por el ladrillo en la construcción tradicional para ubicar el aislamiento térmico de lana mineral en todo el envolvente del edificio.

De esta manera se consigue integrar el aislamiento térmico en el propio interior de la envolvente con espesores de hasta 3 veces superiores a los de la obra tradicional, sin perder espacio útil en el interior de la vivienda ya que no se aumenta el grosor de las paredes de la envolvente ya la vez elimina cualquier puente térmico en el conjunto de la edificación. Estructura y aislamiento térmico conviven en todo el envolvente del edificio.

Del mismo modo y en función de los requerimientos energéticos en cada caso, se puede llegar a concebir edificaciones pasivas energéticamente con categoría A muy difiÍcilmente alcanzables con la obra tradicional y en ningún caso con un coste y dimensiones de cierres de paredes y envolvente general similares al del sistema constructivo de acero.»

Una de los principales ventajas de la construcción modular es su bajo impacto sobre el medio ambiente gracias a una construcción responsable y optimizada, con una mínima generación de residuos, siguiendo criterios de sostenibilidad en todo el proceso constructivo y en la utilización de materiales totalmente reciclables.

«Los materiales utilizados son 100% reciclables: acero, madera, y lana de roca mineral.
El sistema, además, facilita en gran medida las ampliaciones, reformas, remontes, etc … ya que el sistema permite una ágil y fácil reconfiguración de su superficie y envolventes.»

El sistema permite adaptarse a cualquier diseño arquitectónico de forma o volumen. Además, no sólo se adapta a cualquier diseño, sino que admite cualquier acabado: enlucido, aplacado, fachada ventilada, cerámico, composite…

El acero es un material muy resistente, entre 20 y 30 veces más que el hormigón, y resiste por igual a tracción y a compresión. Al tratarse de un sistema constructivo basado en la utilización del acero, el conjunto adquiere una gran resistencia mecánica.

Debido al uso del acero en perfiles y la eliminación de los cerramientos pesados ​​de hormigón o cerámicos, se consigue reducir el peso del sistema notablemente. Esto repercute directamente en el dimensionamiento de la cimentación, pasando a ser igualmente resistente y compacto en comparación con la obra tradicional pero a la vez menos costosa.

Al emplear elementos prefabricados o industrializados, y posteriormente montados en obra, el sistema es mucho más rápido que el sistema constructivo tradicional, basado en el hormigón armado o las paredes de fábrica. La ligereza del sistema estructural también repercute en la rapidez del montaje, ya que las estructuras son más fáciles de trabajar en la obra y más seguras.

El sistema constructivo no representa ningún inconveniente respecto a cualquier sistema constructivo tradicional por lo que respecta a la durabilidad ya que el material estructural principal es el acero y por tanto, su durabilidad está sobradamente probada en diferentes tipos de construcciones y edificaciones de todo tipo.

El sistema estructural consiste en multitud de perfiles de acero laminados en frío lo que confiere al conjunto una gran resistencia a los esfuerzos mecánicos, tanto en sentido vertical (el sentido de la gravedad) como en sentido horizontal o transversal (la principal acción de los movimientos sísmicos). Esto permite que se comporte como una sola pieza, la cual puede llegar a absorber posibles movimientos sísmicos o asentamientos del terreno, a diferencia de la obra tradicional.

El uso de madera como material de construcción puede disminuir considerablemente el costo total de una edificación: comparada con los sistemas tradicionales a base de tabiques, acero y cemento, una construcción de paneles de madera puede significar un ahorro de hasta un 15%. Debido a la ligereza propia de la madera, las construcciones de este material requieren de fundaciones de menores dimensiones, como mínimo un tercio más económicas que las que exigen obras de otros materiales. Además, al tratarse de construcciones que se ejecutan más rápidamente, se reduce el costo de la mano de obra y, como es un material fácil de trabajar, no suelen necesitarse herramientas caras ni de gran complejidad para obtener resultados óptimos.

La madera es un aislante natural y muy efectivo a la hora de aislar el frío y el calor. Esto conlleva un menor consumo energético, tanto en calefacción como en aire acondicionado. Puedes llegar a ahorrar hasta un 60% de energía.

«La extracción y manufactura de madera consume menos energía que la elaboración de otros materiales, y la mayor parte de ella se obtiene de fuentes renovables.
La producción de cemento, vidrio y acero, por ejemplo, requiere de altísimas temperaturas que se alcanzan utilizando grandes cantidades de energía proveniente de combustibles fósiles. De hecho, la energía utilizada para producir una tonelada de cada uno de estos materiales, puede multiplicar cinco, catorce y veinticuatro veces, respectivamente, la necesaria para producir una tonelada de madera. Por lo mismo, el volumen de CO2 que se emite a la atmósfera durante estos procesos es mucho menor en el caso de la madera (0,28 t, frente a 4 t que genera la fabricación de acero, 7,5 t el PVC y hasta 15 t el aluminio).»

A diferencia del hormigón, el ladrillo y el metal, la madera es un material natural que, después de extraído, puede ser repuesto una y otra vez. Su disponibilidad para el consumo humano está garantizada en la medida en que se lo produzca y utilice de manera responsable.

Una de las muchas razones por las que la madera se sigue utilizando hoy en día, a pesar de grandes avances en ingeniería, es su flexibilidad. La madera puede doblarse, lo que es una propiedad que la fábrica de ladrillo no tiene. Por lo tanto, si las cimentaciones cambian ligeramente, la casa de madera puede flexionarse y moverse con el cambio en lugar de fisurarse. Una de las razones por las que la mayoría de las casas en el sureste de los EE.UU. son de madera se debe a que el suelo es poco resistente. La construcción en ladrillo y hormigón pesa mucho más y la poca resistencia del terreno provoca asientos diferenciales, que desembocan en grietas, y éstas a su vez podrían afectar a la integridad estructural. Por lo tanto, se prefieren las ligeras casas de madera.

Comúnmente se piensa que la madera es más vulnerable al fuego que otros materiales. Lo cierto, sin embargo, es que una construcción de madera de ingeniería puede ofrecer excelentes condiciones de seguridad frente a un incendio y suficiente resistencia al fuego como para evitar que este se propague y ocurra una falla estructural. Al comportarse de manera más predecible, sus ocupantes pueden contar con un margen de reacción más amplio que en construcciones de otros materiales que tienden a colapsar más rápida y repentinamente.

«La madera es un material ligero con una relación elevada entre resistencia y peso. Esta relación, en tracción y compresión paralela a las fibras, es similar a la del acero pero superior, en el caso de tracción, a la del hormigón.
En cambio, comparada con estos dos materiales, el módulo de elasticidad es bajo aunque no así la rigidez específica (relación entre elasticidad y densidad), que vuelve a ser muy similar en los dos materiales antes citados.»

Por su ligereza y fácil ajuste en obra, las estructuras de madera permiten aminorar los tiempos de montaje con respecto a otros materiales. El empleo de elementos estructurales normalizados y la prefabricación en taller permiten disminuir drásticamente los tiempos de ejecución de una obra. Además, el uso de sistemas constructivos con madera propicia la construcción en seco, lo que reduce los problemas asociados a la presencia de agua y en obra durante la ejecución.

La durabilidad natural de la madera se calcula respecto al grado de resistencia que posee una especie determinada de madera con respecto a ataques de hongos o insectos xilófagos. Algunas especies de madera, poseen una durabilidad natural que hace innecesario su tratamiento, contra lo que muchos pudieran pensar. Si bien es cierto que existen otras especies menos durables, si se toman las medidas de protección adecuadas contra la humedad, intemperie y el ataque de los organismos que se alimentan de celulosa, la vida de una estructura de madera puede ser superior a dos siglos, como lo atestiguan muchas aún existentes.

Las soluciones constructivas basadas en madera pueden presentar un desempeño similar o incluso superior al de otros materiales frente a un movimiento telúrico. Considerando que las fuerzas en un sismo son proporcionales al peso de las estructuras que las reciben, las construcciones basadas en madera –entre seis y nueve veces más livianas que las de albañilería u hormigón– están expuestas a impactos menores que otras de materiales más pesados.

La colocación del material resulta muy rápida y fácil de ejecutar (9m2 / hora), gracias a un ensamblaje de los bloques con mortero cola (colocación con “junta fina”).Además, la ergonomía de los bloques (con asas y/o perfil de encaje: el bloque se queda paralelo al cuerpo del albañil) y la ligereza del producto (aproximadamente 120 kg/m² y de espesor 3 dm) permiten un alto rendimiento de colocación.

«La propiedad aislante de un material depende de la cantidad de aire contenido en él, siempre y cuando el aire esté captado en celdas de reducido volumen.
El hormigón celular está constituido por millones de microporos de aire cerrados y distribuidos de forma homogénea, llegando a alcanzar hasta un 80% del volumen total. No es de sorprender pues, que la marca Ytong se asocie a un material aislante.
Lo que realmente le hace ser único es que a la vez posea una resistencia mecánica elevada, pudiendo ser empleado como elemento estructural.»

El hormigón celular Ytong es un material 100% mineral que requiere materias primas prácticamente inagotables (arena, cal, cemento, agua) en nuestro planeta. Solamente se requiere 1m3 de materia prima para fabricar 5m3 de producto final.

El hormigón celular, es un material mineral incombustible (clase de reacción al fuego A1). Debido a su naturaleza mineral y su fuerte resistencia térmica, el hormigón celular se adapta particularmente bien a todas las aplicaciones cortafuegos.

Otras ventajas: el hormigón celular es un material que respira, dejando pasar el vapor de agua producido por los ocupantes y las actividades cotidianas. Esta hidroregulación es esencial para evitar todos los riesgos de humedad, condensación y aparición de hongos.

Los esfuerzos laterales a los que se ven sometidos los edificios en caso de actividad sísmica son proporcionales al peso de la construcción. La ligereza de las estructuras de Ytong permite minimizar las cargas sísmicas.